Os dejo esta pequeña fabula de cara al año nuevo que en breve comenzará. Empecemos este 2018 a dar valor a lo que tenemos y trabajemos para lograr aquello que deseemos.
Cuentan que una vez un hombre caminaba por la playa en una noche de luna llena mientras pensaba:
– “ Si tuviera un coche nuevo, sería feliz”
– ” Si tuviera una casa grande, sería feliz”
– ” Si tuviera un excelente trabajo, sería feliz”
– ” Si tuviera una pareja perfecta, sería feliz”
En ese momento, tropezó con una bolsita llena de piedras y empezó a tirarlas una por una al mar cada vez que decía: “Sería feliz si tuviera…”
Así lo hizo hasta que solamente quedaba una piedrita en la bolsa, la cual guardó. Al llegar a su casa se dio cuenta de que aquella piedrita era un diamante muy valioso. ¿Te imaginas cuantos diamantes arrojó al mar sin detenerse y apreciarlos?
¿Cuántos de nosotros pasamos arrojando nuestros preciosos tesoros por estar esperando lo que creemos perfecto o soñado y deseando lo que no se tiene, sin darle valor a lo que tenemos cerca nuestro?.
Mira a tu alrededor y si te detienes a observar te darás cuenta de que muy cerca de ti está tu felicidad, y no le has dado la oportunidad de demostrarlo. Incluso aunque estés pasando muy mala época siempre hay una pequeña cosa, por mínima que sea, que puede darte luz. No la tapes con la oscuridad, acércate a ella, agárrala bien fuerte y sigue buscando esas pequeñas luces que hay a tu alrededor. Una vez las juntes ya tendrás luz suficiente para enfrentarte a la oscuridad y esta cada vez te parecerá menos tenebrosa.
Cada uno de nuestros días es un diamante precioso, valioso e irremplazable. Depende de ti aprovecharlo o lanzarlo al mar del olvido para nunca más poder recuperarlo. Cada dia es una oportunidad de dar un paso hacia adelante asi que, nunca dejes de caminar.