Cuando miras a través de una ventana ves a la gente pasar. Unos van despacio, otros corren…algunos se dirigen al autobús, otros al metro y otros simplemente pasean…algunos van ensimismados en sus móviles otros ni tan siquiera parecen tenerlo…también vemos los coches que no paran de pasar, de todas las marcas, de todos los colores y en varias direcciones. En esos coches también van personas…unas tienen prisa y otras no…unas saben dónde van y otras no logran encontrar el lugar
Cuando miras a través de una ventana lo que ves son multitud de vidas…cada una de esas personas será de una manera, estará en un momento determinado, será feliz o todo lo contrario…quizás está encantad@ o tal vez enfadad@…cada un@ tendrá sus ilusiones, sus sueños y sus deseos y por ende también sus miedos, sus penurias y sus preocupaciones
Cuando miras a través de una ventana te encuentras con un filtro, un obstáculo, un “algo” que no permite tocar, ni escuchar ni ver nítidamente a las otras personas.
Cuando miras a través de una ventana no puedes saber lo que a los otros les pasa, tan solo, quizás adivinar…y adivinar nunca fue muy certero.
Cuando miras a través de una ventana es fácil juzgar, pero juzgando nunca sabremos la verdad.
Yo prefiero abrir la ventana, escuchar, observar y acércame a la persona. Cada uno tiene su historia y todas son importantes. Todos merecemos contarla y todos merecemos que nos escuchen….antes de juzgar lo que pasa fuera, abre la ventana…quizás te sorprenda.