Much@s ya habréis disfrutados de ellas. Otr@s vais a comenzarlas (entre est@s ultimas estoy yo, que estaré ausente un par de semanas de agosto).
Las vacaciones a parte de físicas deben ser mentales. Me encantaría que cada uno de vosotros se diese 1-2-3 semanas de descanso emocional.
A todos mis pacientes cuando se van de vacaciones les digo que todo aquello que salga lo aparte en una especie de “caja para Carmen” de tal manera que ya veremos eso cuando vengan a sesión pero que durante esos días de vacaciones se den ese descanso emocional que necesitan. Muchos me cuentan que lo hacen y ya cuando vuelven recuperan el chip, sacamos las cosas de la caja y las trabajamos, pero así durante esos días ellos no han sentido que pasen de sus problemas, sino que los has postergado al momento terapia, al momento conmigo. De esta manera se restan mucha presión y se permiten disfrutar, al menos, unos días. Cuando vuelven ya no están solos para ocuparse de ellos porque yo estoy aquí y así, entre los dos, vamos trabajando las cosas desde una mente mas descansada y con un permiso legitimo de haber desconectado un poco.
Todos necesitamos ese descanso emocional, incluidos los psicólogos. Yo siempre llevo conmigo el teléfono de terapia, pero durante esas semanas no lo hago porque es necesario descansar para tener el cerebro a tope para seguir dándolo todo en las sesiones.
Os recomiendo a todos que independientemente de que vayáis a terapia o no o de cuales sean los problemas intentéis daros, aunque sea, unos días de descanso. Unos días de libertad emocional…un permiso de no pensar. El problema seguirá ahí, pero vuestra cabeza estará mas descansada y por ende con más energía y capacidad para solventarlos.
Da igual si las vacaciones son con la familia, amigos o solos. Coged unos días para vosotros mismos, desconectar, haced cosas que os gusten (desde estar todo el día en el sofá hasta no pisar la casa) y sobre todo, daros permiso para estar bien con vosotros mismos, no juzguéis nada y simplemente limitaros a ser vosotros.